Villa Invernizzi
En pleno centro de Milán se encuentra una verdadera joya oculta: Villa Invernizzi. Aunque no es posible visitar esta hermosa villa construida por la familia Invernizzi, los visitantes tienen la oportunidad de apreciar una vista única desde el exterior, especialmente en el jardín trasero.
Uno de los aspectos más destacados de Villa Invernizzi es la peculiar colonia de flamencos que habita en su jardín. Contrariamente a lo que se podría pensar, es una imagen asombrosa ver a estos elegantes y coloridos pájaros en pleno centro de la bulliciosa ciudad de Milán. A pesar de que en este momento hay algunas obras en el lugar, los flamencos aún pueden ser admirados a través de la rejas.
Estos flamencos rosados fueron importados por Romeo Invernizzi, el empresario dueño de la conocida marca de quesos Mio, quien amaba la naturaleza y los animales. A lo largo de los años, estos flamencos han encontrado su hogar en Villa Invernizzi y han creado una colonia estable.
La arquitectura de la villa también es digna de admiración. Su fachada principal, ubicada en Corso Venezia, muestra un diseño neoclásico de principios del siglo XX. La elegancia y la sobriedad de esta fachada reflejan el gusto refinado de la época. También se puede apreciar un hermoso patio porticado y un jardín bien cuidado, aunque actualmente está en obras y su acceso está restringido.
Es fascinante cómo Villa Invernizzi combina la arquitectura histórica con la presencia de flamencos, creando una experiencia única para los visitantes. Es como si la naturaleza y el arte se fusionaran en un solo lugar.
Se puede acceder fácilmente a Villa Invernizzi en metro, bajando en la estación Palestro, y caminando unos minutos hasta llegar al lugar. Incluso si no es posible ingresar a la villa en sí, te aseguramos que la vista de los flamencos desde el exterior y la belleza arquitectónica de su fachada harán que valga la pena hacer una parada rápida.
Si estás en Milán y quieres explorar algo más allá de los lugares turísticos habituales, Villa Invernizzi es definitivamente una opción interesante. No solo te permitirá disfrutar de una pequeña porción de naturaleza en medio de la ciudad, sino que también te sorprenderá con una imagen inesperada: flamencos rosados en pleno corazón de Milán. ¡No te pierdas esta experiencia única!