Rotonda della Besana
La ciudad de Milán siempre ha sido conocida por su ajetreado ambiente, pero a pocos pasos del centro se alza un lugar especial que ofrece una escapada de la bulliciosa vida urbana: la Rotonda della Besana. Rodeada de arcadas, esta plaza circular es un remanso de paz en medio del caos de las calles milanesas.
La arquitectura de la Rotonda es impresionante y atrae a los amantes de este arte. Aunque se encuentra un poco alejada del centro, merece la pena el viaje para aquellos que aprecian su belleza. Además, su tranquilidad la convierte en un lugar perfecto para descansar y relajarse.
El parque que rodea la Rotonda, antiguamente un cementerio y luego parte de un hospital, es ahora un espacio verde donde los visitantes pueden disfrutar de la naturaleza y evocar sentimientos entre lo misterioso y lo fascinante. Las columnas que lo rodean crean una atmósfera encantadora y el lugar invita a dar un paseo por la tarde.
Una curiosidad histórica sobre la Rotonda della Besana es que en el siglo XIV se utilizaba como lugar de cuarentena para aquellos afectados por la peste negra. Aunque esta información no está presente en las reseñas, es interesante destacar cómo un lugar con un pasado sombrío se ha transformado en un espacio de belleza y tranquilidad.
Además de su atractivo arquitectónico e histórico, la Rotonda ahora cuenta con un museo para niños que también funciona como una zona de juegos infantiles. Sin embargo, hay quienes consideran que este museo no alcanza las expectativas y deciden omitirlo durante su visita.
La Rotonda della Besana es un lugar que combina historia, arquitectura y naturaleza en el corazón de Milán. Pasear por este pequeño parque y disfrutar de la tranquilidad que ofrece es una experiencia única en la ciudad. Aunque ha tenido diversos usos a lo largo de los años, hoy en día se ha convertido en un rincón encantador donde los visitantes pueden escapar del bullicio y encontrar un poco de paz.