Abbazia di Chiaravalle
En las afueras de Milán se encuentra un lugar mágico que te transportará en el tiempo: la Abbazia di Chiaravalle. Esta antigua abadía cisterciense es uno de los primeros ejemplos de arquitectura gótica en Italia y ha sido fundamental para el desarrollo económico de la zona desde su fundación en el siglo XII. A pesar de estar un poco alejada del bullicio de la ciudad, la abadía está muy bien mantenida y es un verdadero tesoro histórico.
Al llegar a la Abbazia di Chiaravalle, te encontrarás con una imponente torre del siglo XVI, conocida como Ciribiciaccola. Junto a la torre se encuentra el oratorio dedicado a San Bernardo, donde podrás admirar el famoso fresco de Cristo ante Pilatos atribuido al suizo Hans Witz. A medida que te adentres en el complejo, notarás cómo la plaza frente a la iglesia se ensancha gradualmente, creando una atmósfera única.
La iglesia en sí es una maravilla arquitectónica. Su fachada fue restaurada en 1926 para revelar su diseño original y aún conserva elementos arquitectónicos que muestran su renovación a lo largo de los años. Al entrar, te sorprenderá la planta de cruz latina y las tres naves con bóveda de crucería que la componen. El coro, hecho de madera, es un ejemplo impresionante de arte y espiritualidad.
Pero la belleza de la Abbazia di Chiaravalle no se limita solo a su arquitectura. Dentro de la iglesia, encontrarás una abundancia de pinturas y frescos que te dejarán sin aliento. Desde el claustro del siglo XIII, donde solo se conserva el lado septentrional y algunos intercolumnios, hasta las pinturas murales en el interior, cada rincón de la abadía cuenta una historia fascinante.
Además de su riqueza artística, la Abbazia di Chiaravalle ofrece un ambiente de paz y tranquilidad. Aunque está ubicada en las afueras de Milán, puedes acceder fácilmente a través de transporte público. El autobús 7, disponible con la misma tarjeta del metro, te dejará justo enfrente de la iglesia.
Si eres amante de la pintura, la arquitectura o simplemente buscas un lugar especial para alejarte del bullicio de la ciudad, no puedes dejar de visitar la Abbazia di Chiaravalle. Aunque no sea tan turística como otras iglesias de la región, su encanto y su historia te cautivarán. ¡No pierdas la oportunidad de descubrir esta joya histórica en las afueras de Milán!
